domingo, 31 de julio de 2011

Ciudad Gusano

Me a costado mucho publicar mi primer relato en laPersiana habéis sido muchos los que me habéis pedido una entrada larga de vez en cuando...y bueno esto sin vosotros no tendría el mismo sentido así que aquí tenéis un relato breve... de aquí a un tiempo otro...espero que os guste, y como siempre agradezco vuestros comentarios y sobre todo vuestro tiempo del que espero ser merecedor....y "mecedor"....


CIUDAD GUSANO

    Por fin he conseguido un sitio seguro aquí arriba, en la copa. Desde aquí, al lado de los mejores frutos, lo veo casi todo. Y digo casi todo puesto que una rama grande y robusta no me deja ver el interior de todo el árbol. Aunque tampoco me interesa…en estos momentos, en los que todo se tambalea al menor soplido, lo único importante es tener bien asegurado el agarre. A ser posible tener más de  una rama agarrada.. a mí, como es lógico, me sostienen muchas, si no,  no aguantaría aquí arriba.

     Hace mucho que me subí. Abajo dejé mucha gente pero aquí arriba he conocido más. Conozco a todos los inquilinos de las copas más cercanas, muy simpáticos todos, solemos hablar cuando nuestras preocupaciones nos dejan tranquilos. Hablamos de todo lo que nos ocurre, que casi siempre suele estar relacionado con las nuevas técnicas para no caerse y nuevos métodos para seguir subiendo. Hay métodos…pero para mi caso es muy difícil, tendría que subirme a otro árbol e ir escalando con paciencia para encontrar el propietario y echarlo cortando sus agarres.

       A veces ha subido algún desconocido. Hasta ahora siempre han sido novatos a los cuales les he visto las intenciones y les he cortado las ramas importantes antes de que subieran. Hay que ser sutil con estos cortes, o yo me esfuerzo por serlo, porque la caída puede ser muy dura. Una vez, uno de esos atrevidos subió casi hasta la copa. El golpe fue brutal. A veces lo veo, desde aquí arriba, pidiendo sus frutos. Una vez paró a la sobra de mi árbol con otra persona y habló muy mal de mí. Dijo que yo había sido muy cruel y malvado, que le había destrozado la vida obligándole a vivir allí abajo y ya no se atrevía a probar a subir nunca más. ¿Qué quería, que le dejara tirarme desde aquí? ¿Por qué tanta infelicidad? Hace tanto tiempo que estoy aquí arriba, que no recuerdo como se vivía allí abajo. No bajaré para recordarlo… ¿Estoy tan bien aquí! Siento que mi árbol me quiere…

      Hoy haré una revisión de agarres y cortaré malas ramas. Para hacerlo, primero bajo hasta la parte inferior y desde allí corto. Soy implacable. Desde aquí en medio veo un seto pequeño, futuro árbol. Pienso en mi hijo… el pobre no tenía brazos y no podía trepar. Le obligué a que viviera abajo cuidando de su madre, ésta se golpeó en una caída y desde entonces no está bien. Después de limpiar malas ramas subo hasta arriba. El seto ha crecido un poco más. Me pregunto ¿por qué mi árbol no crece? Creo que tiene algo que ver con esa rama que no me deja ver el interior. ¡Voy a cortarla!
Me cuesta muchísimo, sigo serrando hasta que consigo destruirla. Debajo de ella aparecen millones de gusanos carnívoros ¡Dios está infectado! Bajo corriendo y el contacto de mis pies, de las plantas, con el suelo me reviven muchas historias olvidadas, mucha felicidad desbocada por la idea de aferrarme al árbol ¿Qué iba a hacer? Buscar ayuda de mis amigos.

      Voy hasta el olivo y grito con todas mis fuerzas, nadie contesta. La idea de los gusanos cada vez es menos desagradable. Peses a que dañe el bosque, aunque sus frutos puedan desaparecer , no lo harán antes de que me muera. En el árbol hay muchos frutos, suficientes. Vuelvo hacia mi copa y me sorprende ver como ha crecido el seto, ¡Es ya casi un árbol! Empiezo a subir pero no puedo, me han cortado mis agarres. Casi llorando de impotencia me acerco para mirar quién ocupa mi sitio…¡JODER! Es el novato de la caída, está allí, en la copa, con mis frutos.

      Pienso en joderle… con los gusanos, ¡eso es! Le denunciaré, su árbol está infectado, ¡le cortarán el árbol! Vuelvo a pedir ayuda. Voy corriendo, otra vez hacia el olivo y vuelvo a chillar, esta vez alguien contesta…
-          
¿      Qué pasa?
-         ¡Me han tirado de mi árbol!
-         ¿Para que me quieres tú a mí? ¡Ni hablar!
-         ¡Somos amigos! Tienes que ayudarme…
-         ¡Ya! Contestó e hizo el ademán de esconderse.
-         ¡Espera! ¡El árbol tiene gusanos, quiero denunciarlo!
-         El mío también y el de todos, nadie te hará caso porque si no nos quedaríamos sin bosque, márchate, estoy ocupado.

    Me voy, decepcionado aunque feliz porque si todos están infectados no tardarán en caer y en la caída, serán comidos. Los unos a los otros y los gusanos a todos. Será una escabechina.
Aquí abajo no se está bien porque todo el mundo quiere su copa, muchos tienen una ramita, o una hoja, pero nadie es feliz. Pasan  horas recogiendo los frutos que caen de los árboles. Yo pasaba horas allá arriba viendo la luna o el sol con un par de frutos. Ése era mi capricho.
Vuelvo al seto. Es bajito, así que podré subir. Cuando llego me sorprende ver que ya es un árbol grande y fornido. Allá, en lo alto, me sorprende aún más ver a mi hijo.
-          
       -¡Hijo baja! El árbol está infectado, tiene gusanos, todos los tienen.
-          -No bajaré. Lo dices porque te has quedado sin árbol.

    En ese momento pasa un loco gritando que todos los árboles tienen gusanos. Me pregunto si yo tendré la misma imagen, seguro que si…

   Camino hacia la playa, me cruzo con muchos árboles y comedores-recogedores. También me encuentro un par de frutos en el suelo, los guardo. Cuando llego a la playa veo un estupendo atardecer y me sorprende mucho que sea tan bonito, casi más que allá arriba. Una sensación de feliz libertad invade todo mi yo. Me siento y empiezo a comer a dos carrillos todos mis frutos y durante un largo minuto oigo el rumiar de los mordiscos de gusano que se entremezclan con el sonido de las caídas, es terrible, horroroso. Un sonido que no se oye si no has estado allá arriba. Un sonido que deberían oír todos para aprender a disfrutar más del sonido de abajo, que suena a susurro, a beso, a madrugada, a siesta. Un sonido que me une más a mí y me convence para no subir nunca más…yo siempre a nivel del mar.


viernes, 15 de julio de 2011

Vacaciones....

Sol, playa y perderme en el oceano de tu mirada...........


HASTA EL DIA 31!!!!!!!!!!!!! FELICES VACACIONESS!!!!!!!!!!!